Inteligencia: Ejercitar es la clave (Teoría propia)

A lo mejor sea apropiado ir dejándoles alguna teorías propias sobre ciertas cuestiones, viendo las nuevas y emocionantes inquietudes que vais presentando y dejan a una servidora con sonrisa de oreja a oreja por el partido elegido oprtunamente (Si se me cae la baba prontamente disimulen, disimulen que no es de dama):

Inteligencia

La inteligencia es una energía disponible por igual a todos, como si fuera oxígeno, claro que por ejemplo un deportista hará una optimización de dicha energía muy superior a la de un fumador.

Un deportista tiene en primer lugar un físico con condiciones aptas, capacidad pulmonar y buenas vías de distribución de oxigenación sanguínea hacia la musculatura, la resistencia ósea y luego entrenamiento adecuado.

De igual manera un intelectual tiene en primer lugar un físico con condiciones aptas para el desarrollo de la inteligencia, capacidad sensorial, buenas vías de distribución de la información neuronal hacia el cerebro, la persistencia conceptual y luego entrenamiento adecuado.

Ni uno ni el otro puede jactarse de sus dotaciones naturales ya que no le corresponden como mérito propio, por tanto están allí para equiparar en el conjunto y para el conjunto, debe ser tomado como herramienta de servicio hacia los menos dotados en esos puntos específicos, porque siempre se tomarán dotaciones ajenas para completar el cuadro de la vida.

Digamos que aún fuera del terreno de lo intelectual se establecen relaciones simbióticas inteligentes, tomando apenas los ejemplos citados:

Un deportista puede motrarle al intelectual el funcionamiento físico máximo al que un cuerpo puede ser expuesto, lo cual a su vez hace mejorar en el intelectual su capacidad para procesar la información recibida por el deportista. El intelectual mostrará al deportista sobre el funcionamiento de su capacidad física adecuada para mejorar su rendimiento aún más.    

La inteligencia se desarrolla fuera del ser humano, se despliega para ser observada, el ser humano solo se limita a tomarla desde sus cinco sentidos para ponerla dentro de si y procesar la información de manera intelectual, pero en verdad no está dentro como realidad sino como concepto, aquí es peligroso el dilema del dedo y la luna si no se mira dos veces.
 
La persona dotada de capacidad intelectual, como cualquier otra en su ámbito de dotación, debe traspasar un infierno personal, su capacidad específica de observación le permite ver con mucha facilidad el problema y su solución, solución que en la mayoría de los casos no es aplicable técnicamente no por imposibilidad de facto, sino por imposibilidad de sometimiento de voluntades ajenas y entrará en un circulo vicioso de placer y dolor sucesiva y simultáneamente a fuerza de poderes e impotencias.

Y así como también un deportista viéndose frustrado por no alcanzar sus metas tiene dos alternativas, dar todo de si para llegar a ellas o aceptar que, tal vez, su meta no está al alcance de su capacidad deportiva, pero nunca antes de agotar sus límites si no quiere quedarse con la duda, porque la duda es el combustible del motor de toda búsqueda, el intelectual debe pasar por el mismo proceso con otros nombres, pero en lo profundo la frustración es frustración para todos por igual sea cual fuera la meta exigida.

El peor de los errores cometidos es creer que solo un intelectual trabaja sobre el terreno de la duda, todo ser pensante trabaja sobre ese terreno desde que nace hasta que se muere, el intelectual solo lo empuña como herramienta única de trabajo y aún así la duda es la duda, si el intelectual se apropia de esa duda, que le es tan propia como ajena, entonces no llegará jamás a puerto y quedará barado en un mar insondable jactándose de su capacidad de naufragar.

Su peor obstáculo para salir de ese círculo vicioso será la soberbia que le causará el placer de verse a si mismo por sobre la comprensión de sus congéneres, pero solo el dolor que le provoca saber que esos mismos congéneres no puedes salir del problema por no ver la solución tan ampliamente como la ve el intelectual, dará equilibrio a la balanza emotiva, placer, dolor e intelecto, tres en uno.

El patrón trinitario sigue  siendo la forma en que se manifiestan a la vida los “misterios” de la existencia, para ver hecha realidad la inteligencia hacen falta un sujeto observador, un objeto observado y un proceso conceptual.

La inteligencia sigue desarrollándose más allá del intelectual y a pesar de él y lo seguirá haciendo porque es el sustento lógico y mecánico perfecto de la existencia misma.                                                                                                                                                                 

Me parece muy acertado lo expuesto, si se refiere a una inteligencia más relacionada al saber. Pero, me parece que se podría complementar su teoría, compañera, con lo que propone Howard Gardner con su teoría de las inteligencias múltiples.

Incluso está en esta teoría el ejemplo del deportista (Inteligencia kinésica), y la del científico (Lógico matemática).

Dejo el link de wikipedia para una primera aproximación a esta interesante teoría de las 7 Inteligencias Múltiples.

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